DÍA 15. PALENQUE-CAMPECHE. 8 DE SEPTIEMBRE
Nos levantamos a las 6.45, cogemos las maletas y desayunamos algo suave en el Trotamundos, junto a la estación. Nos vamos con pena de no haber usado la piscina, pero bueno. A las 8.00 salimos en dirección Campeche, que nos quedan cinco horas y media de viaje y no hay muchos autobuses hasta el estado vecino. Vemos dos pelis, una de ellas El orfanato. Los asientos son comodísimos y el vehículo, como casi todos los que hemos cogido, es de la línea ADO. A las 13.45 o así llegamos a la estación de Campeche, que no es muy grande tampoco. Nuevamente hay una humedad en el ambiente que no se puede parar.
Nos levantamos a las 6.45, cogemos las maletas y desayunamos algo suave en el Trotamundos, junto a la estación. Nos vamos con pena de no haber usado la piscina, pero bueno. A las 8.00 salimos en dirección Campeche, que nos quedan cinco horas y media de viaje y no hay muchos autobuses hasta el estado vecino. Vemos dos pelis, una de ellas El orfanato. Los asientos son comodísimos y el vehículo, como casi todos los que hemos cogido, es de la línea ADO. A las 13.45 o así llegamos a la estación de Campeche, que no es muy grande tampoco. Nuevamente hay una humedad en el ambiente que no se puede parar.
Tras dejar las maletas vamos a comer a un restaurante cercano de comida basura. Se llama Church’s Chicken, creo recordar. Nos sacan una hamburguesa gigante, tres patas de pollo fritas, un bollo, patatas y una ensalada para cada uno, además de toda la bebida que queramos (todo por 245 pesos; aquí sería la ruina). Como es lógico, no nos comemos ni la mitad. Al llegar al hotel yo me duermo media hora (la comilona merecía una pequeña digestión) y después nos bajamos a la piscina (aquí le llaman alberca) a darnos un chapuzón. No es grande pero estamos solos y pasamos un buen rato haciendo el mono. A las 17.00 salimos a conocer Campeche, ya que no tenemos demasiado tiempo. Es un viaje contrarreloj.
Hace tanto calor que tras ver la plaza y la iglesia entramos a un Italian Coffee (8o pesos). Damos una vuelta por la ciudad viendo tiendas y antes de entrar al espectáculo de luz y sonido tomamos un nuevo refresco en un bar de al lado. La gente es amabilísima y es una especie de taberna de chiquiteo, pero mexicana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario