lunes, 2 de mayo de 2011

PORTUGAL 2011 (4ª PARTE)

DÍA 4. 24 DE ABRIL. GUIMARAES (PORTUGAL)

Hoy queremos visitar la ciudad de Guimaraes, que está a 20 kilómetros y que está considerada como el origen de Portugal como país. Como tenemos la estación de tren a 50 metros del hotel, y después de desayunar en una cafetería cercana, decidimos ir en tren a Guimaraes. Nos cuesta el billete apenas 3 euros, pero no es nada recomendable ir en tren porque hay que hacer un transbordo en Lousado y esperar hora y media. Vamos, que lo que costaría media hora acaba costando casi tres. Mejor ir en coche, sin duda, pero pensando que sería más cómodo el tren hemos metido la pata.

Al final llegamos a Guimaraes pasada la una del mediodía y en diez minutos bajando una cuesta (todo Portugal tiene decenas de empinadas cuestas) llegamos al centro de la ciudad, donde está la iglesia de los Santos Pasos, que tiene delante unos jardines muy chulos. Justo allí entras al centro histórico, lleno de calles empedradas, plazas mediaveles y una cuesta para acceder al castillo de Guimaraes. Está declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, y merece la pena.

Comemos en una terraza en el centro histórico llena de españoles, como toda Portugal por estas fechas, tan bien muy barato. Y acabamos tomando unos helados espectaculares por 1,5 euros. A pesar de ser muy turístico, los precios son un claro atractivo para viajar a este país donde, por cierto, todos los conductores respetan a los peatones en los pasos de cebra, algo espectacular.

Después de comer se pone a llover con mucha intensidad, así es que en vez de esperar al tren y la odisea del transbordo, paramos a un taxi, que nos dice que por 25 euros nos lleva a Braga. Aceptamos. Al final son 28, pero llegamos en apenas 15 minutos, eso sí, a 180 por hora en la autopista. El amigo tenía complejo de Fernando Alonso...


Aún tenemos tiempo de dar una última vuelta por Braga, mucho más solitaria que el día anterior, quizá porque al día siguiente sea laborable en Portugal. Ya empezamos a darnos cuenta de que se acaban las vacaciones y cenamos en el propio restaurante del hotel. Un revuelto de gambas, pimientos del padrón, sandwich, cerveza y agua por 13 euros, increíble para ser un hotel. Nos vamos para la cama que mañana hay que madrugar un poquillo para la operaciòn salida.
Al día siguiente nos levantamos pronto porque en casa es una hora más y hay un largo trayecto. Desayunamos en el mismo hotel por 4,90 euros tipo buffet, cogemos las maletas y el coche y rumbo al hogar. Salimos enseguida de Braga y en poco más de ocho horas, paradas incluidas, estamos de vuelta en casa. Un poco paliza porque mañana hay que trabajar, pero ha merecido la pena esta pequeña escapada.

PORTUGAL 2011 (3ª PARTE)

DÍA 3. 23 DE ABRIL. BRAGA (PORTUGAL)

Nos levantamos a las 9 de la mañana, hacemos las maletas y nos vamos a desyunar a una cafetería que está a unos 200 metros del hotel y donde se te hace la boca agua viendo todo lo que tienen allí para degustar. Nuevamente desayunamos los dos por apenas 3 euros, y es que el café aquí vale 0,80 cèntimos si es taza grandes, y los pasteles, de todo tipo, los venden a 0,80 (aquí pueden llegar a los 2 euros). Comprobamos de nuevo que Portugal en lo que se refiere a comida es más barato, aunque hay cosas como la ropa que tampoco hay mucha diferencia y sí la hay en la gasolina, en el país vecino es bastante más cara, a 1,64 euros el litro de la del 95, que ya está bien. Por lo que vi, el tabaco es un pelín más barato y el transporte parecido también.


Desayunamos, hacemos el check out en el hotel y cogemos rumbo a Braga, situada a 53 kilómetros de Oporto. Salir de la ciudad no es nada difícil, ni tampoco llegar a Braga. El tema es que no tenemos GPS y buscar el hotel a ojo nos cuesta un buen rato. Hay varias entradas a la ciudad y no sabemos cuál coger, pero preguntando, preguntado, se llega a Roma...


Llegamos por fin al Hotel Basic Braga, situado al lado de la estación de tren de Braga. A 41 euros la noche también, sin incluir desyuno ni el parking, que cuesta 5 euros por día (bastante barato). El hotel es nuevo, tiene unos tres meses, y la habitación nos sorprende porque es muy grande y confortable, aunque parece todo diseñado del Ikea.

Al estar tan bien situado, en 5 minutos andando estamos en el centro histórico de Braga, en la conocida como Porta Nova, cerca de la catedral. Damos un paseo y vemos una ciudad pequeña, bonita y muy comercial, llena de tiendas. Además, muchas de las calles soj de adoquín, como en Oporto, lo que le da un toque mágico a Portugal.


Braga es famosa por su procesión de Semana Santa, pero hemos llegado un día tarde, es el viernes. Le preguntamos a un camarero en el local donde comemos y el hombre se deshace en explicaciones sobre cómo son allí las celebraciones religiosas. Nos saca folletos y folletos, una pasada las explicaciones que nos da.


Aprovechamos para ver la catedral (es preciosa por dentro) y la ciudad, hacer unas compras y tomar algo por el centro después de comer. Es una pasada que en la terraza más céntrica de la ciudad una caña de cerveza y un refresco cuesten 2,35 euros, casi no nos lo creemos. Hoy decidimos cenar una pizza (aunque la comida en Portugal es excelente) y nos vamos a descansar al hotel, que mañana queremos visitar la cercana Guimaraes.

PORTUGAL 2011 (2ª PARTE)

DÍA 2. 22 DE ABRIL. OPORTO (PORTUGAL)

Para las 9 de la mañana, 8 en Portugal (es una hora menos) nos levantamos después de haber dormido plácidamente. Como no teníamos contratado el desayuno,cogemos el bus (1,50 euros) al lado del hotel y nos lleva al centro de Oporto, justo al lado del Mercado Bolhao. Paramos a desyunar en una cafetería que hay ahí, y por 3 euros desyaunamos los dos un cafá con leche de los grandes y unos bollos de chocolate que están buenísimos.

La pena del día es que está lloviendo bastante, pero podemos hacer turismo: mercado Bolhao, plaza de la Libertad y avenida de Los Aliados, estación de Sao Bento, la catedral, el Palacio de la Bolsa, la librería donde se rodaron escenas de Harry Potter... y así acabamos llegando a la Ribeira. Como llueve mucho decidimos refugiarnos en un bar a tomar algo pero no para.


Cruzamos por el puente de Luis II (el de hierro) a la otra orilla del Duero, donde están las bodegas que hacen el famoso vino de Oporto, y allí comemos en un restaurante italiano de maravilla y de nuevo barato. Volvemos al hotel a echar un poco de siesta y a la tarde decidimos regresar andando hasta el centro para cenar en la Ribeira un bacalao frito buenísimo (26 euros los dos)... No para de llover, pero merece la pena la vista de esta zona de Oporto. Como ya es tarde cogemos un taxi hasta el hotel (9 euros). Nos lleva por el estadio del Oporto, uno de los más modernos de Euorpa y a dormir, que mañana nos vamos para Braga.

PORTUGAL 2011 (1ª PARTE)

DÍA 1. 21 DE ABRIL. OPORTO (PORTUGAL)

Esta Semana Santa hemos decidido ir a Portugal, al norte, un país que no conocíamos pero que teníamos ganas de visitar. Por su cercanía, en cinco días podemos hacernos una idea de algunos lugares. Decidimos visitar Oporto, Braga y Guimaraes, tres ciudades separadas por muy pocos kilómetros. El primer día salimos de casa pronto, a las 9 de la mañana, pero tardamos en llegar más de lo esperado al perdernos para encontrar el hotel de Oporto. En principio eran 730 kilómetros, pero entre paradas, tormentas por el camino y que no se puede ir más que a 110 por hora..., pues nos dan las 6 de la tarde casi.

Para llegar al hotel, sin GPS, decidimos hablar con un taxista y que nos lleve. Le seguimos. Aunque hay un tráfico horrible por la operación salida, sólo nos cobra 8 euros y muestra mucha simpatía, un carácter que destacaría de los portugueses con los que hemos topado.


Un poco cansados llegamos al hotel. Se llama Inn Star Porto y se autoconsidera un hotel low-cost. Nos salió la noche por unos 40 euros, con parking gratis y wifi gratis en recepción. Además, tienen 24 horas al día abierto el bar para comer o tomar algo. Ese primer día no nos da tiempo de mucho, una ducha, arreglarnos y salir a cenar cerca del hotel, ya que el centro está a 25 minutos en bus (da una vuelta grande) o 45 andando.

Cerca hay para elegir restaurante italianos, portugueses, asiáticos... decidimos ir a un portugués y nos sorprende que nos sacan unas empanadas y fritos para picar. Para comer pedimos una francesinha (plato típico de Oporto, como un sandwich con carnes y salsa) y lomo de cerdo, con bebidas y postre. Cenamos por apenas 18 euros, un chollo, y una tónica en todos los sitios de Portugal. Baratísimo para los españoles.