viernes, 26 de marzo de 2010

ASIA 2010 (2ª PRÓLOGO)

Bueno, ya tenemos decidido el plan de viaje para nuestra primer incursión en el Sudeste Asiático, que visitaremos de finales de agosto a mediados de septiembre de este año.

No ha sido fácil enlazar los vuelos ya que en 23 días queremos ver demasiadas cosas y relajarnos, y aunque habrá que pasar por algunos destinos de forma un poco precipitada, creo que lo hemos encajado todo bastante bien.
Volaremos de Madrid a Bangkok vía Copenhague (igual nos da tiempo de hacer una escapada a la capital danesa), y en la ciudad tailandesa pasaremos los primeros días, que serán un poco caóticos por lo que cuentan de Bangkok pero seguro que también bastante divertidos. De allí nos trasladaremos hasta Bali, uno de los paraísos de Indonesia tras un vuelo de unas tres o cuatro horas. Pese a la creencia popular, Bali no es un destino que tenga las mejores playas del mundo (aunque son bonitas), pero es una isla con grandes paisajes (como el de la foto) y con un interior y una cultura que merece la pena descubrir.

Allí pasaremos cinco días antes de coger otro avion rumbo a la capital de Malasia, Kuala Lumpur, una ciudad moderna, con rascacielos y que es conocida mundialmente por las Torres Petronas, el edificio más alto del mundo durante algunos años. Tras dos días de estancia visitaremos la vecina Singapur, un país pequeño pero lleno de riqueza cultural y gastronómica. Además, se le conoce como uno de los gigantes asiáticos por su desarrollo económico y financiero, aunque quizá es un país demasiado desconocido.

Tras visitar Singapur cogeremos rumbo a Phukhet, la isla más grande de toda Tailandia. Allí aprovecharemos de nuevo para recargar baterías y visitar la isla de Koh Phi Phi, un paraíso natural donde se rodó la peli La Playa (esa en la que Di Caprio salía fumándose un canuto).
El viaje terminará en el norte de Tailandia, en Chiang Mai, donde los paisajes selváticos son increíbles. Haremos un trekking, montaremos en elefante, veremos las tribus de las mujeres jirafa, bajaremos un río en una balsa de bambú y la idea es visitar también Sukhotai antes de regresar a Bangkok para coger el avión que nos traerá a casa.
Lo dicho, un viaje intenso, pero lleno de emociones y que estamos deseando empezar. Ahora toca mirar los alojamientos (tienen precios muy bueno)...., pero esa será otra historia.

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