DÍA 4. 14 DE SEPTIEMBRE. MIAMI
Hoy el día ha sido tremendamente agotador, entre otras cosas porque el calor que hacía era insoportable. Para las 8 de la mañana, sin necesidad de despertador, nos hemos levantado y hemos desayunado en la habitación zumo, batido y galletas. Y antes de que se nos hiciera más tarde hemos optado por reservar mañana la excursión a los Cayos en el hotel. El precio es de 79 dólares por barba, pero nos la han dejado en 59, y eso que son 15 horas danzando.
Como el día era bueno, antes de las 10 nos hemos ido para la playa. Andando, hemos bajado hasta la altura de la calle 65, y ahí estábamos solos en la arena, con un agua muy azul y disfrutando como niños. Tras chapotear y tomar el sol durante un par de horas, nos hemos vuelto a la piscina del hotel, hemos pagado la excursión y hemos decidido andar hacia south beach. Vamos que, andando andando, nos hemos pegado un palizón, porque son más de 9 kilómetros de pateada.
Tras hora y media, y un refresco por el camino, nos hemos parado a picar algo, y por fin hemos pisado una tienda para ver lo que se cocía y comprar algunos recuerdos curiosos. Desde allí, ya sobre las 5 de la tarde, hemos decidido pasarnos por el distrito art deco, una joya. Hay unos 1.200 edificios catalogados con bajo ese estilo, y son muy cuirosos, de 1920 a 1940, aunque reformados, y muchos hoy hoteles de alto standing. En la puerta de uno de esos edficios es donde en los noventa mataron a Versace, que vivía allí.
También es una de las zona con más ambiente de Miami beach, ya para esas horas había mucha gente en las terrazas y más de uno iba pimplado. Es curioso el número de colgados que se ve por la calle, y también las mujeres operadas de arriba abajo (hasta las maniquís usan una talla 130) y los tíos todo cachas. Y sin olvidarnos de los cochazos. Cada medio minuto ves un porsche, un ferrari, un lamborguini, un camaro... impresionante. Y todos rugiendo por la carretera. Hay mucho nivel, y también más de un flipadete.
Tras ver esa joya de la arquitectura de Florida, que no hay que perderse, hemos seguido dando un paseo, pero ya llevábamos más de 20 kilómetros entre pitos y flautas, así que decidimos coger el bus de regreso a casa. Bueno, paramos en la 72 para hacer unas compras en el super y picar algo en la habitación, aprovechando que hay nevera, fregadera, microondas...
Llegamos a la habitación y decidimos, por qué no, darnos un chapuzón en la piscina para descansar las piernas antes de cenar de picoteo e irnos a la cama. Nos quedamos gloria y pronto nos vamos para la cama, que la excursión de mañana es larga y, lo peor, salimos a las 6 de la madrugada de viaje. Son 257 kilómetros de trayecto espectaculares hasta Cayo Hueso (Key West) el punto más al sur de todos los Estados Unidos. Tanto que está más cerca de Cuba que de Miami. Mañana seguimos dando detalles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario