miércoles, 26 de septiembre de 2012

EEUU 2012 (15ª PARTE)

DÍA 15. 25 DE SEPTIEMBRE. NUEVA YORK


Hoy ha sido otro día más que agotador por Manhattan, y eso que hemos apurado en la cama hasta las 9, estábamos fundidos y la cama es acojonante, igual que el desayuno, con waffles hechos en el momento y todo, así que nos hemos dado un atracón para empezar el día.


Para las 10.20 ya estábamos en la estación de Port Authority, en la 42 con la 8, y como queríamos echar el día en el sur de la isla, hemos decidido, en vez de ir en metro, a pata, eso sí, son unos 7 kilómetros, pero así hemos podido ver barrios como el Soho o Tribeca. Tras más de una hora de caminata agradable, hacía buena temperatura, hemos llegado hasta el World Trace Center, donde están reconstruyendo la zona tras los atentados. Tras reservar hora para ver el Memorial a las víctimas del 11-s (es gratuito, solo se pide donación), hemos podido entrar allí. Donde estaban las dos torres hay ahora unas piscinas enormes y escritos los nombres de todas las víctimas. Es sobrecogedor recordar aquella barbarie, te quedas sin palabras. Ya han inaugurado una torre nueva y están construyendo tres o cuatro más alrededor igual de enormes que las torres gemelas, es espectacular.

Tras pasar por allí, hemos ido hasta el cercano Battery Park a recoger los tickets (incluidos en el NY Pass) para coger el ferry a la isla de la Estatua de la Libertad y Ellis Island. Por razones de tiempo, solo hemos ido a ver la estatua, pero ya en el barco el skyline de Manhattan era una pasada. Allá en la estatua solo dejan subir a gente con cuentagotas, reserva y pago extra, así que apenas hemos pasado una hora por allí tras comer algo en un puesto de la calle, típico hot-dog y cosas por el estilo. Eso sí, nos hemos empapado bien de su historia, sus dimensiones (90 metros), como se costeó el pedestal, quién la hizo y por qué, la historia de los inmigrantes europeos que llegaban por allí a la ciudad…, ha estado interesante.


De regreso a Manhattan, nos hemos acercado a ver Wall Street, la escultura del toro con los huevos enormes (si los tocas dicen que da suerte), la Bolsa…, y ya de paso hemos recorrido el kilómetro que nos separaba del puente de Brooklyn, otro placer para la vista, a pesar de que están de obras. Lo hemos recorrido hasta el otro lado, aunque hay que tener cuidado con los ciclistas, van a toda pastilla.




La siguiente parada ha sido en Chinatown, parece otro mundo, la verdad. Nos ha recordado mucho a cuando estuvimos en Singapur, pero tampoco nos ha gustado demasiado. Y de allí, hemos pasado a la lindante Little Italy, adornada por el día de San Genaro. Se veían banderitas y restaurantes típicos de Italia, pero también decenas de chinos, que les han ido ganando terreno en el barrio.

Para despedir el día, con cerca de 20 kilómetros andados entre pecho y espalda, hemos regresado a ver la magia que tiene el ambiente de Times Square. Allí hemos cenado un par de hamburguesas, y en cuatro minutos ya estábamos en la estación cogiendo de nuevo el bus al hotel. Por cierto, da gusto lo simpáticos que son en esta ciudad los chóferes, una pasada.




Segundo día en NY y ya hemos podido captar la esencia de esta ciudad, llena de mezclas en todos los sentidos, arquitectónicos, culturales, de razas… Eso es lo que tiene de especial esta ciudad que a tanta gente enamora. 

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