DÍA 8. 24 DE JUNIO. MELLIEHA
Aquí no hay mucho que hacer salvo descansar, que es lo que hemos venido a hacer principalmente a Malta. Así que después de desayunar como cosacos, nos vamos a la piscina para las 10.00 a darnos unos baños y tomar el sol mientras nos leemos un libro.
Con tan poco actividad, no hay muchas ganas de comer, pero a las 3 regresamos al restaurante italiano del hotel a picar algo y descansar de tanto sol. Tras una siesta y un poco de footing, volvemos a la piscina, esta vez a la de la azotea. Nos cambiamos y vamos a dar un paseo por el pueblo poco a poco hasta la playa para cena unos nachos y chimichangas riquísimos en un restaurante mexicano.
Hoy, por primera vez desde que llegamos a Malta, refresca gracias al aire, y se hace obligatorio hasta estrenar la chaqueta. Tras un breve paseo por la playa, volvemos a la habitación a dejar preparada la maleta, que mañana toca volver a casa.
Aquí no hay mucho que hacer salvo descansar, que es lo que hemos venido a hacer principalmente a Malta. Así que después de desayunar como cosacos, nos vamos a la piscina para las 10.00 a darnos unos baños y tomar el sol mientras nos leemos un libro.
Con tan poco actividad, no hay muchas ganas de comer, pero a las 3 regresamos al restaurante italiano del hotel a picar algo y descansar de tanto sol. Tras una siesta y un poco de footing, volvemos a la piscina, esta vez a la de la azotea. Nos cambiamos y vamos a dar un paseo por el pueblo poco a poco hasta la playa para cena unos nachos y chimichangas riquísimos en un restaurante mexicano.
Hoy, por primera vez desde que llegamos a Malta, refresca gracias al aire, y se hace obligatorio hasta estrenar la chaqueta. Tras un breve paseo por la playa, volvemos a la habitación a dejar preparada la maleta, que mañana toca volver a casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario