DÍA 4. 20 DE JUNIO. DE SLIEMA A MDINA Y RABAT
De allí nos vamos hacia las llamadas tres ciudades. El tema del autobús está un poco confuso para llegar, pero al final logramos acercarnos hasta una de ellas, Victoriosa. La otra es Senglea y la tercera, Conspicua. Tienen muchos edificios llamativos, pero al final toda la isla es similar. Eso sí, en Victoriosa hay un puerto con unos yates espectaculares. Como hace mucho calor, decidimos volvernos para Sliema, cenamos y por la noche damos el paseo de rigor.
Hoy toca día de excursión, aunque con el calor se hace pesado salir de ruta cultural. Antes, reservamos un viaje en barco para mañana, a las islas vecinas de Comino y Gozo, que también forman parte de Malta, en la recepción del hotel. Después cogemos el autobús de Sliema a La Valetta, y de ahí, rumbo hacia el centro de la isla, donde se sitúan dos de los puntos de interés más importantes, Raba y Mdina, que están tocando.
Lo primero toca refrescarse, porque el calor es terrible, y en unos 50 minutos llegamos a Rabat. Ahí visitamos la iglesia y pagamos los 10 euros de la entrada para visitar la gruta de San Pablo, donde dice la leyenda que se cobijó y que ha sido visitada por varios papas, y las catacumbas, que impresionan. Son laberínticas y lo mejor, se está muy fresquito.
A la salida nos vamos andando hacia Mdina, una ciudad que tiene mucha belleza e historia y que ha sido escenario de varias películas, como Troya. Tras callejear por esta pequeña ciudad con una espectacular muralla y ver las vistas de la isla que tiene, nos volvemos en bus a La Valetta para comer algo.
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