sábado, 28 de agosto de 2010

ASIA 2010 (7ª PARTE)

DÍA 7. 28 DE AGOSTO. BALI

Después de la paliza del día anterior, tocaba dormir y mucho. Aunque nos hemos pasado, ya que hasta las 11.30 de la mañana no hemos amanecido, trece horas después. Había que recuperar. A semejantes horas, ya nos hemos quedado sin desayuno y hemos optado por apurar la mañana en la piscina del hotel, relajándonos y tomando un poco el sol. Hemos comido también en el hotel, hoy súper occidental, macarrones o espaghettis con tomate, y huevos fritos. Eso sí que es bueno.

Más tarde, sobre las 16.00 horas, bajando al pueblo hemos conocido a un taxista, con el que hemos decidido negociar las excursiones para estos días; todas, tres días y llevándonos hasta el hotel de la costa, por 1,3 millones de rupias (130 euros). Podía haber sido más barato y con un guía en español, pero a pesar de que nos dijeron antes de llegar que había muchos, hemos preguntado a seis o siete y justo saben inglés. Hoy nos ha llevado al Bosque de los Monos, en Ubud, a Goa Gajah (la cueva de los elefantes) y después a Gyanyar, una ciudad importante en la isla, a ver un mercado tradicional balinés.

Lo primero en visitar hoy ha sido el templo de los monos, 20.000 rupias por persona (menos de 2 euros). Es una especie de paseo con mucha zona verde y caminos de cemento, con fuentes y templos, por los que los monos campan a sus anchas. Hemos visto cientos, muchas crías, y algunos con bastante mala leche. Dicen que hay que tener cuidado, porque intentan robarte las gafas de sol, la gorra o la cámara de fotos si no tienes cuidado. Y si les das dinero o comida, te lo devuelven porque alguien los debe de tener amaestrados. No hemos visto nada de eso, aunque sí a uno que le intentaba meter la mano a un turista y otro que ha arañado a una mujer. A nosotros nos dan un poco de asquete, así que nos hemos arrimado poco por si acaso. En el bosque te venden unas cuantas bananas por 20.000 rupias y cuando las ven los monos te las quitan de las manos. Vamos, que ha estado entretenido. Se comportan como humanos, cuidando a sús crías. Uno, incluso, masticaba una bombilla, otro abría una botella de agua y había otro quitándole a un compañero que estaba tumbado los pinchos que llevaba en el trasero. Muy curioso.


De allí nos hemos ido hasta Goa Gajah (la conocida cueva de los elefantes), a 20-25 minutos de Ubud en coche. Hemos pagado algo menos de 3 euros los dos por la entrada, y a mí me han obligado a poner un sarong (una especie de pañuelo grande para tapar las piernas al llevar pantalón corto). Es obligado para entrar, al igual que está prohibido que entren las mujeres si están con la menstruación. No sé, es un poco raro. La cueva en sí es pequeña y no hay más que dos pequeños altares dentro, aunque la entrada es muy chula, con un dibujo tallado en la piedra. Hay, además, un largo paseo por la zona, con pequeños lagos, un río, la naturaleza en Bali es una pasada. Un señor parecido a Miyagi el de karate Kid nos llama para que hagamos una ofrenda a su Dios, y luego nos dice que sigamos un camino. Después de media hora andando junto con otra pareja de guiris, decidimos volvernos porque no encontramos nada y el camino se está estrechando, habiendo abajo un hermoso precipicio. A la vuelta nos dice que hay una cueva espectacular.. quizá sí, pero queda poco para que sea de noche y pasamos olímpicamente de meternos en un lío.


De Goa Gajah nos vamos ya para Gyanyar, que se está empezando a hacer de noche. Llegamos enseguida y vemos el mercado tradicional balinés. Lo mejor que tiene es que es muy auténtico y en una hora sólo vemos a otros dos turistas. La gente no está tan acostumbrada a ver guiris por aquí, o al menos eso parece, porque nos miran a los dos de arriba abajo. La mitad de los puestos son de comida, y unos huelen muy bien, los otros de relojes, ropa, colgantes, sandalias... Los precios son súper baratos, más incluso que en Tailandia. Hay camisetas por 1 euros, aunque no son muy chulas, pantalonetas de equipos de fútbol por 1 euros, relojes por 7..., aunque nada es demasiado bonito en nuestra opinión. Al final, compramos algún recuerdillo y una cosa que llevaba años buscando por distintos países, un cinturón con cremallera interior para meter el dinero. Imitación de Hugo Boss, nos ha costado 3,5 euros. Un chollo.

Desde allí nos hemos vuelto para Ubud, hemos dado un paseo y hemos visto unos cuadros chulísimos que maña, quizá, compremos. Son una pasada y el precio inicial, son muy grandes, era de 53 euros, aunque la misma señora nos ha dicho que se puede negociar. A ver mañana. Justo al lado hemos visto también la primera persona pidiendo limosna. A pesar de que hay penurias, es curioso que nadie pide por la calle, cuando en España hay un montón.


Justo al lado, hemos parado a comprar tabaco (el Lucky vale 10.500 rupias, unos 90 céntimos) y un sitio con marisco ha llamad nuestra atención. Al final, la mariscada que nos íbamos a dar se ha quedado en medio mariscada, ya que se les habían acabado la langosta y los centollos. Aun así, por 27 euros hemos comido bogavante, gambas, pulpo, atún y un pescado parecido al mero que estaba riquísimo. Habrá otra intentona tarde o temprano. De allí, sobre las 21.30, hemos cogido un taxi y nos hemos ido a la cama (1,5 euros). Mañana hemos quedado a las 9.00 con Derik, nuestro guía, y nos espera una buena paliza para ver sitios. Bali nos sigue emocionando y la gente también, esmuy cariñosa y educada. Eso sí, el 90% habla un inglés que no hay quien lo entienda. Y luego decimos que nosotros hablamos mal...

No hay comentarios: