DÍA 5. 28 DE AGOSTO. ROTERDAM
Hoy nos vamos de Amsterdam rumbo a Roterdam, una ciudad mucho más moderna y que no éstá lejos. Bueno, en realidad aquí casi todo está cerca. El billete de tren nos cuesta algo menos de 17 euros y en 45 minutos estamos allí, es un viaje muy cómodo.
El hotel que tenemos está muy cerca de la estación. Nos cuesta 59 euros la noche, y aunque está un poco antiguo, es cómodo y el desayuno espectacular. Se llama Grand Hotel Central, y calidad-precio está bien. Tras hacer el check-in, nos vamos a conocer Rotterdam.
Sinceramente, es una ciudad que tiene poco que ofrecer, al menos eso nos parece. Museos sí hay, pero poco más, salvo muchas tiendas, una oda al consumismo. Andamos durante varios kilómetros y recorremos el ayuntamiento, llegando hasta el puerto. Vemos la estatua en homenaje a Erasmo, la iglesia, las horripilantes casas cúbicas, el puente de Erasmo (800 metros de longitud), edificios de rascacielos...
Para pasar un día puede estar bien, pero no más.Incluso creo que con medio bastaría. Tras comer en un fast-food echamos un poco de siestas, y nos vamos a dar una vuelta antes de cenar en un espectacular restaurante italiano y descansar, que estamos cansados de tanto andar.
Hoy nos vamos de Amsterdam rumbo a Roterdam, una ciudad mucho más moderna y que no éstá lejos. Bueno, en realidad aquí casi todo está cerca. El billete de tren nos cuesta algo menos de 17 euros y en 45 minutos estamos allí, es un viaje muy cómodo.
El hotel que tenemos está muy cerca de la estación. Nos cuesta 59 euros la noche, y aunque está un poco antiguo, es cómodo y el desayuno espectacular. Se llama Grand Hotel Central, y calidad-precio está bien. Tras hacer el check-in, nos vamos a conocer Rotterdam.
Sinceramente, es una ciudad que tiene poco que ofrecer, al menos eso nos parece. Museos sí hay, pero poco más, salvo muchas tiendas, una oda al consumismo. Andamos durante varios kilómetros y recorremos el ayuntamiento, llegando hasta el puerto. Vemos la estatua en homenaje a Erasmo, la iglesia, las horripilantes casas cúbicas, el puente de Erasmo (800 metros de longitud), edificios de rascacielos...
Para pasar un día puede estar bien, pero no más.Incluso creo que con medio bastaría. Tras comer en un fast-food echamos un poco de siestas, y nos vamos a dar una vuelta antes de cenar en un espectacular restaurante italiano y descansar, que estamos cansados de tanto andar.
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