EEUU 2012 (10ª PARTE)

DÍA 10. 20 DE SEPTIEMBRE. ORLANDO

Sin duda, Magic Kingdom es el parque de atracciones más especial para todos. Para los niños y para los adultos, porque nos recuerda nuestra niñez. Hoy es el día en el que toca visitarlo, y la verdad que no tenemos claro que vaya a darnos tiempo en un solo día de ver todo lo que queremos. Desayunamos fuera del hotel (se ha acabado toda la bollería y vamos a la gasolinera cercana) y de nuevo cogemos nuestro coche para ir hasta el parque, unos 10 kilómetros.

Nada más llegar ya se nota que hay mucha más gente que en otros parques, y toca coger un tren y después un monorraíl para llegar hasta el parque.

La entrada a Main Street, decorada ya para Halloween, está muy lograda, y decidimos lo primero ir para la zona de Aventureland, a las atracciones de Piratas del Caribe y Jungle Cruise. Al igual que muchas de este parque, está bien, pero nada de emociones fuertes, más bien de observación. Subimos al espectacular árbol de Robinson Crusoe y de allí nos vamos a Frontierland. Estamos teniendo suerte, porque todavía nos hemos tenido más de 20 minutos de espera en ninguna atracción, es llegar y besar, y así da gusto.

Primero probamos la Splash Mountain, recomendable, y después de la Big Thunder Mountain, muy chula aunque tenemos la mala suerte de que se ha parado justo al final, en plena cuesta, y han tenido que sacarnos por la puerta de emergencia. Al menos hemos tenido la oportunidad de ver las entrañas de una atracción, y menudo montaje que tienen…, aunque están poco cuidadas. Como disculpa, nos dan un pase Fast-Pass, que te permite montarte en algunas atracciones al llegar.

La siguiente parada es en Liberty Square, donde vemos The Hall of Presidentes (la historia de los presidentes de USA, no nos ha gustado) y la Mansión Encantada, muy lograda, aunque no te deja soltar adrenalina.

Desde allí hemos ido hasta Fantasyland. It’s a Small Word es otra atracción para la vista (salen muñecos de todo el mundo durante un paseo en barca), pero le da mil vueltas a la del oso Winnie The Pooh. Es en la que más hemos tenido que esperar, y no merece la pena en absoluto. Entre medio hemos podido ver el desfile del mediodía con los personajes, fotografiarnos con el famoso castillo y ver un curioso vídeo en 3D del pato Donald y Mickey.

Pero lo mejor del día estaba por llegar. Se encuentra en la zona de Tomorrow Land, y se llama Space Mountain. Es una montaña rusa interior pero en la que no ves nada, por lo que no anticipas los movimientos. Solo ves la galaxia, pero tiene unos giros, botes y caídas que la convierten en una de las mejores atracciones de todos los días que llevamos aquí. Nos gusta tanto que incluso repetimos después de ver la atracción de Buzz Lightyear (divertida), Stich (entretenida) y la de Monster SA, en la que te echas unas risas.

La tarde va avanzando, y para cuando nos descuidamos ya es hora de ver el desfile nocturno de carrozas, que nos ha gustado menos que el del mediodía. Pero aún quedan los fuegos artificiales. Eso sí, como no podía ser de otra manera, un minuto antes de empezar comienzan a caer unas gotas y aquellos acaba siendo una tromba en toda regla que nos estropea el espectáculo y que convierte el parque en un caos, ya que todos queremos salir a la vez.

Nos vamos pronto y llegamos hasta el coche, pero calados, ya que ha llovido tanto que el agua hacía charcos enormes. Así pues, toca cambiarse de todo, incluido calzado, e ir a picar algo al Ihop, que ya se está convirtiendo en costumbre. Son las doce y algo, así que toca dormir, que todavía nos quedan tres días para seguir descubriendo parques.