martes, 20 de septiembre de 2011

ARGENTINA 2011 (3ª PARTE)

DÍA 3. 19 DE SEPTIEMBRE. SALTA

Hoy amanecemos en San Miguel de Tucumán para las 6.45 de la mañana. Aún de noche, bajo a recepción a imprimir los tickets de los billetes de autobús, ya que en tres horas salimos hacia Salta. El chico de recepción me atiende muy amable, y nos deja un gran recuerdo del hotel. Nos duchamos, terminamos de organizar las maletas y nos bajamos a desayunar. Hay buffet con un poco de todo, zumos, cafés, dulces, jamón york, queso..., básico pero variado.
Como la estación está cerca, a seis cuadras, volvemos andando hasta allá, y en diez minutos estamos, un rato antes de que parta nuestro autobús. Esta vez viajamos con la compañía Flecha Bus. Son todas parecidas, aunque este vehículo está un poco viejete. Hoy sí hemos pillado cuatro asientos de los buenos, así que Iñaki y Sergio se quedan flipados con la comodidad que tienen en comparación con el del otro día.

Enseguida nos quedamos todos fritos, son cuatro horas de trayecto, aunque hace un frío terrible en el bus, del aire acondicionado, y todos nos despertamos. Nos preguntamos si quieren que vayamos aclimatándonos a Ushuaia porque, ¡Dios mío! Y eso con 32 grados en la calle.
Puntuales llegamos a Salta La Linda, como la llaman (535.000 habitantes), recogemos los equipajes y vamos también andando al Hotel San Francisco, en la calle Caseros 160. Nos cuesta como un cuarto de hora llegar y casi no lo vemos, porque está dentro de una casa colonial, es decir, de poca altura y sin carteles llamativos que indiquen que se trata de un hotel. Pero está muy bien, es familiar, con apenas 10 habitaciones en dos alturas y una pequeña zona verde con piscina en el centro. Las habitaciones son acogedoras y tiene un precio de 54 euros con desayuno. Además, está a sólo cinco minutos del centro de la ciudad.

Nos alojamos y salimos a comer, ya que tenemos hambre. Cerca vemos un restaurante con pinta de comida casera, El Palacio de la Pizza, y allá vamos. Optamos por tiras de asado y bifés de chorizo, con postres. Nos cuesta algo más que en días anteriores (333 pesos, 58 euros), pero comemos bien. De allí nos vamos a conocer la ciudad, vemos la colorida iglesia de San Francisco, la catedral, la plaza, la concurrida calle Balcarce... Es mucho más bonita que Córdoba o Tucumán, también más turistica y tiene mucha más vida. Me recuerda a Puebla o Oaxaca, en México.

En estos dos días hemos tenido problemas para cambiar dinero, así que aquí vemos una casa de cambio con buenas cifras (un euro, 5,80 pesos) y decidimos pasar a pesos 1.100 euros, para el bote común y luego para cada uno una parte. También nos pasamos por la agencia que habíamos reservado la excursión para mañana y pasado, y co ntratamos la denominada Vuelta al Norte, durmiendo en el pequeño pueblo de Purmamarca (600 habitantes) por 500 pesos (86 euros) cada uno. Así que mañana nos pasarán a recoger a las 7.30 de la mañana y dejaremos las maletas, salvo algo de ropa, en el hotel, al que volveremos el miércoles por la tarde.

Nosotros elegimos esa agencia porque teníamos buenas referencias, pero en esa misma calle, la Buenos Aires, hay varias agencias con excursiones similares que seguro que también están bien. Tras pagar en efectivo (con visa nos pedían 660 pesos), confirmamos los vuelos para el jueves a Puerto Iguazú en la oficina de Aerolíneas Argetinas y seguimos descubriendo Salta y comprobamos que el calificativo de La Linda es por algo. Además de los edficios, pasamos por el colorido mercado central, lleno de todo tipo de productos, de comidas, ropas, santería, especias... El olor es un poco fuerte, pero resulta muy vistoso.

Poco a poco se va oscureciendo mientras recorremos las calles más céntricas, abarrotadas de gente. Y vemos los escapartes. Hay tiendas de todo, muchas de deporte, pero los precios de las prendas de marca son iguales que allá, así que no compramos nada. Vemos el Museo de historia de la ciudad (se da la voluntad y hay una biblia escrita en quechua). Salimos y buscamos un sitio para cenar, y acabamos en el Cuatro Siglos, un buffet libre por 54 pesos (9 euros) sin bebida. Hay de todo y, como os podéis suponer, probamos de casi todo: ensaladas, carnes, pasta fresca, pizza, frutas, pasteles... Pagamos 271 pesos (45 euros). Con la tripa llena nos regresamos a las 22.30 para el hotel a descansar y prepararnos para mañana.

Aún tendremos otra oportunidad de seguir conociendo Salta en dos días y de entrar en una de sus famosas peñas, con comida regional y música típica. También hay que añadir que se nota mucho que estamos ya casi en la frontera con Bolivia. Los habitantes de por aquí tienen muchos rasgos indígenas muy acentuados, y cuanto más subimos para el norte, aún más. Argentina es, sin duda, un país de muchos contrastes y de todo tipo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola chavalotes:
Que envidia nos dais!!! Casi de pueden oler los bifes desde aqui!!
Disfrutad por los que no podemos!
Un besote a los cuatro.
Sara, Miguelon y Mer

RUBEN dijo...

Gracias, chicos. Nos vemos a la vuelta.