jueves, 29 de septiembre de 2011

ARGENTINA 2011 (12ª PARTE)

DÍA 12. 28 DE SEPTIEMBRE. BUENOS AIRES Y FIESTA GAUCHA

Madrugamos un poco más que estos días, a las 8.00, ya que a las 9.00-9.30 teníamos previsto salir con la excursión para ir a una estancia a conocer la forma de vida de los tradicionales gauchos en el campo. De primeras nos dicen que ha habido un error con la reserva y que se han olvidado de nosotros, pero encuentran a otra empresa y al final acabamos yendo con otra empresa a un tour similar, aunque en vez de al pueblo de San Antonio de Areco vamos a otro más cercano a Buenos Aires (80 km) y a una estancia que se llama Santa Susana.
Tarda un poco en salir el autobús y cuando nos montamos no podemos dar crédito, todos (bueno, casi todos) nuestros compañeros son jublados de Australia y Nueva Zelanda, así que menuda juerga que tenemos montada. De camino pasamos con el bus por el estadio de River Plate y por la carretera Panamericana, que cruza todo el continente, desde Alaska a Ushuaia. También por el borde del Río de la Plata, que es gigante. Si no sabes parece el mar, ya que es el río más ancho del mundo, con hasta 220 kilómetros de orilla a orilla en su punto más ancho haciendo frontera con Uruguay.
Cuando llegamos de la excursión (320 pesos en efectivo incluida comida y espectáculos), nos reciben en una gran estancia con vino tinto y blanco, zumos de naranja y unas empanadas buenísimas, todo ello sin límite. También está la opción, gratuita, de dar un paseo en caballo o en carreta de caballos, así que optamos por la primera de ellas mientras llenamos el buche y echamos unos tragos.
La experiencia de caballo está bien para los novatos como nosotros, aunque das un paseo muy corto por la finca, llena de caballos y vacas, y con un montón de gente más, así que los equinos van como por inercia unos detrás de otros. El mío no me hacía ni caso, así que reconozco que un pequeño momento de apuro sí que he pasado, entre otras cosas porque la rienda era muy corta y los pedales estaban muy altos; vamos, que parecía que iba en una minimoto de esas de la tómbola...
Después de ver un pequeño museo que tienen en la estancia (bastante pobre, por cierto), nos hemos sentado a comer y hemos entablado conversación con una pareja valenciana y otra argentina, todos muy simpáticos. Nos han dado ensaladas, carne de todo tipo muy rica, postre y barra libre de bebida. Tanto que nada más terminar la comida, y mientras empezaba a sonar la música de tango y folclórica, los abuelicos ya se habían arrancado a bailar, casi casi como en esas fiestas de Edad de Oro que organiza la Caja de Ahorros en el polideportivo.
Al margen de los bailes, lo mejor ha sido la demostración de un gaucho moviendo las boleras, ese utensilio de tres piedras cubiertas de cuero que utilizaban para cazar antiguamente como arma arrojadiza. De ahí nos han sacado afuera de la finca y varios gauchos han hecho ejercicios con los caballos, manejando al ganado, cogiendo anillas, acelerando... curioso, pero sín más. De ser más interesante no se hubiera dormido más de alguna abuelica afectada ya por el vino y a la que sólo le faltaba roncar.

Nosotros flipábamos con el pedo que se habían agarrado algunos. Mi compañero de autobús en la ida, un hombre de unos 70 años, ha conocido a una de su edad y se han pegado todo el viaje de vuelta agarradicos de las manos, primero, y luego de las entrepiernas hasta que se han dado un morreo. Yo estaba flipando.

Pero peor lo tenían Lan y Sergio, ya que en las filas de más atrás ha habido un par de mujeres que han echado la pela. Decían que se mareaban...; si, claro, y a mí los sábados me sienta mal la cena jejeje Tras hora y cuarto de camino, con el consiguiente cabreo del chófer por las vomitonas, hemos llegado a las famosas Galerías Pacífico, un centro comercial espectacular por dentro pero con productos fuera de nuestro alcance (bueno, menos un CD de Gardel que he comprado por 5 euros).
Hemos tomado algo más, alguna compra de última hora, -ya que por el sur todo es más caro y son ciudades más chicas, como dicen acá-, y hemos ido para el hotel. No hay ganas de cenar y a las 2.30 tenemos que levantarnos para coger el avión a Ushuaia, así que hay que dejar todo listo para poder descansar unas horitas.

No hay comentarios: