miércoles, 28 de septiembre de 2011

ARGENTINA 2011 (11ª PARTE)

DÍA 11. 27 DE SEPTIEMBRE. BUENOS AIRES

Por segundo día consecutivo en este viaje no hemos madrugado, ya que nos espera una jornada tranquila. Hasta las diez no hemos bajado a desayunar al bar del hotel, Las Paces, y después nos hemos ido a dar un paseo hasta la calle Florida para cambiar dinero en su establecimiento que vimos allá. En teoría hay muchos, pero apenas hemos visto en estos días y en el único banco que hemos probado nos han dado largas. El cambio no ha sido muy bueno (1 euros 5,55 pesos, cuando está a 5,70), pero es lo que había y si sacas de cajero, con la comisión, te sale peor.
Tras cambiar pasta hemos cogido un taxi hasta Caminito, en el barrio de La Boca (16 pesos), que ayer vimos de pasada desde el autobús. Lo mejor de los taxistas argentinos es el palique que tienen, te cuentan anécdotas curiosas, hablan de política, de fútbol, de economía... y ninguno nos ha tangado. Días atrás nos comentaron que tuviéramos cuidado en Buenos Aires porque muchos taxistas simulan que les has dado un billete falso (sobre todo de 100 y 50 pesos), te dan el cambiazo y te dan el falso que luego nadie quiere, pero hasta ahora ha habido suerte.
Llegados a Caminito, lo primero que llama la atención es el colorido de los edficios y letreros, y los muñecos que lo adornan. Nos recibe un tipo igualito que Maradona (tiene hasta la misma barriga) para hacernos una foto con él, pero desistimos. Vemos el barrio, que son apenas dos cuadras, compramos alguna cosilla y nos sentamos a tomar algo en un bar con un espectáculo de tango en directo. Lo hacen bastante bien, aunque cuando lo ves por la tele el tango es mucho más espectacular.
La idea que tenemos ir caminado hacia Puerto Madero, que no está demasiado lejos (aunque en Buenos Aires todo está lejos), pero nada más salir de Caminito un hombre de avanzada edad que descansaba sentado en un banco nos dice que ni se nos ocurra ir andando, porque hay una zona en la que te quitan hasta las zapatillas. Y es que, el barrio de La Boca tiene fama de ser muy peligroso fuera del circuito turístico, y se ve que es verdad.
Así pues, agarramos un taxi que paramos en la calle, y nos lleva hasta Puerto Madero. Recomendados por el taxista, que habla de política y corrupción continuamente, elegimos restaurante, mientras nos dice que la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, está haciendo un país de vagos y prostitutas. Se ve que, con el objetivo de conseguir votos, el Gobierno argentino regala pensiones a todo el mundo aunque no hayan trabajado, y también a las mujeres cuando llevan tres meses embarazadas. Por eso nos dice el taxista que muchas niñas adolescentes "prefieren abrirse de piernas que levantarse a las 5 de la noche para laborar".
Tras un breve trayecto (12 pesos), llegamos al restaurante de Puerto Madero Siga la Vaca, un tenedor libre (buffet libre), donde hay barra libre de ensaladas y carne, además de bebida y un postre por 85 pesos (15 euros). Probamos bife de chorizo y lomo, asado de tiras y un montón más de cosas antes de irnos al hotel a echar la primera siesta de las vacaciones. En esos momentos está el Real Madrid jugando un partido de la Champions, pero entra el sopor y me quedo frito. El resto se sube al gimnasio y a la piscina a hacer un poco deporte para paliar tanto exceso estomacal.
Salimos poco antes de las ocho a dar una nueva vuelta por la ciudad, pero las tiendas ya están cerrando, se nota que decae mucho el ambiente por la noche, igual que baja el termómetro, ya que refresca mucho a última hora de la tarde por estas fechas en Buenos Aires. Después de ver un emocionante espectáculo de tango callejero, cenamos unos panchitos (así le llaman así a los perritos calientes) por 48 pesos, unas tarrinas de helado enormes (a 10 pesos 250 gramos) y volvemos al hotel a contratar una fiesta gaucha en el campo para mañana. Nos darán de comer, habrá demostraciones a caballo y también nosotros podremos montarnos. Un día diferente, ya que en la capital no nos queda mucho que ver y no nos vamos a Ushuaia hasta pasado mañana, eso sí, hay que madrugar mucho, como a las 2.30 de la mañana.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Os estáis poniendo las botas!!! Me esta encantado el blog y todo lo q nos contáis! Pasarlo bien los dias que os quedan! Un besote para todos!
Ruth

RUBEN dijo...

Muchas gracias de parte de los cuatro. estamos a la vuelta. saludos