domingo, 9 de octubre de 2011

ARGENTINA 2011 (23ª PARTE)

DÍA 23. 9 DE OCTUBRE. MENDOZA

A las 9 de la mañana nos reunimos lo cuatro en Mendoza, guardamos las maletas y mochilas en el guardaequipajes (doce pesos el día, muy barato, y abre hasta las 23.00) y nos lanzamos a conocer la ciudad. El centro está cerca de la estación, a menos de un kilómetro, así que vamos andando. Por el camino encontramos una cafeteria que tiene pinta de muy limpia, así que nos tamos algo y aprovechamos para asearnos un poco: ponernos las lentillas, peinarnos un poco y lavarnos los dientes. ¡Dios sabe cuándo volveremos a hacerlo en las próximas horas!
De la cafétería, ya si, andamos para la plaza de la Independencia, centr neurálgico de esta ciudad famosa por su producción de vino y sus bodegas. La intención es, al menos, probar uno, aunque vemos que los precios on bastante caros, hablando de los que son buenos; los malos, como aquí, son baratos, pero no se pueden beber ni con coca cola.

Primero pasamos por la plaza de España. donde hay stands de las diferentes zonas de España, pero son las doce y no aparece nadie, se ve que madrugan poco. Después vemos la plaza de San Martín, la de Chile, la iglesia más famosa de Mendoza..., pero hace mucho calor, y eso unido al cansancio hace que no tengamos mucha gente de andar. Vemos tiendas para comprar los últimos recuerdos y vamos a un restaurante a comernos una buena parrilla.

No andamos bien de efectivo, así que buscamos uno que tenga visa (en Argentina hay muchos restaurantes que sólo aceptan efectivo, y es un fastidio). Vemos uno con muy buena pinta y, como no tiene pago con tarjeta, decidimos sacar dinero para las últimas horas y comemos allí. Sergio y yo nos comemos una parrillada enorme por 85 pesos, Land opta por el pescado y MJ por la comida italiana. Comemos de maravilla y lo mejor de todo es que se olvidan de apuntarnos la parrillada en al cuenta, así que pagamos con celeridad y nos vamos.
Por la tarde seguimos viendo alguna cosilla, como la plaza de España ya sí con bastante ambiente (¿la paella es el plato típico de todo el país?), nos tomamos unos cafés frappe en una terraza y cuando quedan un par de horas para coger el bus nos vamos a cenar a un local tipo hamburguesería. Son casi las diez de la noche, así que cogemos el equipaje de la consigana y enseguida de estar esperando aparece el autobús de la empresa Andesmar, sin duda el mejor en el que hemos ido, ya que es clase suite. Se reclina 180 grados y a los diez minutos, para cuando vienen a traernos la cena, ya estamos los cuatro fritos, o en proceso, así que no recenamos. A dormir.

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