domingo, 2 de octubre de 2011

ARGENTINA 2011 (15ª PARTE)

DÍA 15. 1 DE OCTUBRE. USHUAIA

A las 8.00 suena el despertador, que para ls 9.45 queremos estar cerca del puerto para coger el autobús al Parque Nacional Tietta de Fuego. Desayunamos un sandwich de jamón y queso, zumo de naranja, yogur, algún dulce y café, y pedimos un taxi desde la hostería, donde tenemos todas las comodidades y unas vistas buenísimas del canal Beagle, hasta el puerto.

El día se presenta soleado a pesar del frío intríseco que tiene esta zona, rodeada de cerros de Los Andes con los picos nevados. Donde da el sol hace calor, pero a la sombra no hay quien aguante. Una vez en el puerto contratamos un transporte hasta el parque, protegido y que se encuentra a doce kilómetros. Nos cuesta 85 pesos, ida y vuelta, por barba, un poco caro, pero como todo en Argentina. Ahora mismo el nivel de vida, y más en el sur, es como en España, así que venir de vacaciones en dos o tres años va a estar imposible para nuestros bolsillos, especialmente si continúa la crisis.

La furgoneta, a la que llama linea regular al parque (operan tres empresas) nos para en el control de acceso, donde abonamos otros 85 pesos del ala. Tras pagar, avanzamos unos cuantos kilómetros más hasta dejarnos en uno de los puntos de estacionamiento del parque. Hay muchos, pero recién terminado el invierno la mayoría están cerrados. De todos modos, en un día no da tiempo de recorrer todo, ni tampoco en dos días.
Nuestra intención es patear todo lo que está abierto, y lo conseguimos, recorriendo en cinco horas unos 15 ó 16 kilómetros, ya que a las cinco de la tarde sale la última furgoneta hasta Ushuaia. Vamos recorriendo senderos, rodeados de lagos, con vistas chulas, aunque tampoco nada que exija semejante canon de entrada. En España sería impenesable pagar por andar, por ejemplo, por el Pirineo, pero está muy explotado turísticamente y te sacan los duros de donde sea. Sobre todo a los extranjeros, ya que los argentinos tienen precios especiales, otra discriminación que, personalmente, no me gusta nada.

Después de andar por el bosque, lleno de árboles caídos, visitamos una castorera, una especie que no es oriunda de aquí, pero que se introdujo hace algunas décadas con interés peletero, para producir tejidos, y que está afectando gravemente al ecosistema. Después vemos la laguna negra, que tiene ese color por la turba que hay acumulada, la laguna verde, y paramos a comer algo rápido en el centro de atención al visitante. Cuando salimos todavía nos quedan dos horas para coger el bus de vuelta, así que nos lanzamos al sendero Hito XXIV. A mitad de camino Lan y Sergio aceleran el ritmo para intentar llegar hasta el final del camino, casi en el límite con Chile, pero nosotros dos preferimos ir más tranquilos y disfrutar de las excelentes vistas del Lago Roca con Los Andes nevados al fondo.

Poco antes de la hora nos juntamos de nuevo los cuatro y cogemos el transporte de vuelta Ushuaia. Sacamos dinero de un cajero (las casas de cambio escasean y su horario es limitado), tomamos algo, hacemos unas compras y vamos al hotel a cambiarnos para salir a cenar. Por cierto que aquí en los cajeros te cobran una comisión extra a la de tu banco, en este caso,  4 euros por sacar unos 180 (1.000 pesos). El día se empieza a poner muy gélido, y también hay que coger ropa.

Sobre las 9.00 de nuevo cogemos un taxi para repetir cena en El Turco, donde nos comemos unas milanesas y lasagnas muy buenas mientras vemos por televisión el partido de rugby entre Los Pumas (la selección argentina) y Georgia. Acamos la cena con un Fernet, licor de aquí al que le vamos cogiendo gusto. De ahí nos acercamos a tomar algo al Dublin Pub, donde hay buen ambiente de jóvenes y turistas. Pero ya es casi la una, hace dos grados en la calle, y Mj y yo cogemos un taxi para el hotel, que mañana para las diez hay que hacer el check-out y  movernos a otro cercano.
Una incomodidad, pero al retrasarnos la aerolínea el vuelo un día no pudimos ampliar la reserva aquí en el Mirabeagle, que por cierto es muy recomendable, y nos quedaremos la última noche en la Hostería del Recodo, aún más barata pero compartiendo los cuatro habitación. A ver si Los Tres Tenores no roncamos mucho, porque MJ lo pasará un poco mal.

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