DÍA 1. 17 DE JUNIO. MADRID-MALTA
Tras un largo invierno, volvemos a emprender una aventura, esta vez a un destino más cercano, como es la isla de Malta, en pleno Mediterráneo, y por menos días, apenas ocho. Tras coger el bus hacia Barajas, a las 6 de la tarde cogemos el vuelo hacia la isla con Vueling por 144 euros, incluidos los 50 euros de la maleta. Muy puntuales, y con buen servicio, llegamos a Malta casi a las 9 entre recoger la maleta y una cosa y otra. Son 2 horas y 15 minutos de vuelo.
Una vez llegados, para ir a San Julián, donde dormimos, se puede ir en taxi (unos 20 euros) o en autobús, que es sin duda una de las mejores cosas de Malta, por precio, servicio, etc. Cogemos el ticket de 2 horas (cuesta 2,20 euros) y en unos 40 minutos, en la línea X2, llegamos al destino. Preguntando a un lugareño, nos tiene media hora dando vueltas, y total que el hotel estaba a 200 metros, pero bueno.
Como son más de las diez de la noche, y lo preveíamos, cogemos un hotel barato, el Blue Sea St Georges, cuesta 20 euros la noche el apartamento. Es grande el apartamento, con cocina y demás. Eso sí, no hay aire, solo ventilador, y el calor es tremendo, y no todo funciona bien (el agua de la ducha, alguna luz...) Es un hotel lleno de veinteañeros con ganas de juerga, ya que ahí se concentra el ambiente de la isla, pero calidad-precio está muy bien, y además tiene piscina.
Dejamos el equipaje y salimos a investigar un poco la zona. Cenamos una raciones enormes de pizza por apenas un euro y a la cama, que estamos muertos de sueño.
Tras un largo invierno, volvemos a emprender una aventura, esta vez a un destino más cercano, como es la isla de Malta, en pleno Mediterráneo, y por menos días, apenas ocho. Tras coger el bus hacia Barajas, a las 6 de la tarde cogemos el vuelo hacia la isla con Vueling por 144 euros, incluidos los 50 euros de la maleta. Muy puntuales, y con buen servicio, llegamos a Malta casi a las 9 entre recoger la maleta y una cosa y otra. Son 2 horas y 15 minutos de vuelo.
Una vez llegados, para ir a San Julián, donde dormimos, se puede ir en taxi (unos 20 euros) o en autobús, que es sin duda una de las mejores cosas de Malta, por precio, servicio, etc. Cogemos el ticket de 2 horas (cuesta 2,20 euros) y en unos 40 minutos, en la línea X2, llegamos al destino. Preguntando a un lugareño, nos tiene media hora dando vueltas, y total que el hotel estaba a 200 metros, pero bueno.
Dejamos el equipaje y salimos a investigar un poco la zona. Cenamos una raciones enormes de pizza por apenas un euro y a la cama, que estamos muertos de sueño.
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